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  • An logamente el impacto sobre la poblaci n pobre

    2018-10-26

    Análogamente, el impacto sobre la población pobre que dedica hasta más de 50% de su ingreso purchase Elacridar la compra de alimentos es mucho más grave que en la población más solvente donde representa entre 5 y 15% del gasto familiar. En términos generales, durante toda la segunda mitad del siglo pasado la preocupación respecto de los precios de los productos agroalimenticios era en el sentido de impedir su baja. Se consideraba que el principal problema que debía enfrentar la agricultura era el lento crecimiento de la demanda respecto de una amplia capacidad potencial para aumentar la producción. Los países desarrollados establecieron programas para limitar las siembras y para financiar la exportación subsidiada de excedentes, a fin de evitar que los bajos precios significaran menores remuneraciones a los agricultores, que desalentaran la producción y se redujera el ingreso de la población rural. El abastecimiento de alimentos baratos parecía asegurado; una gran parte de los países juzgaba innecesario fortalecer la inversión productiva en la agricultura. La crisis alimentaria coincidió y se vinculó con la crisis energética que llevó los precios del petróleo a más de cien dólares por barril, así como con la crisis económica derivada de la crisis financiera.
    Las cuatro grandes empresas comercializadoras (ABCD) y los precios internacionales de los alimentos Las grandes empresas comercializadoras de granos, las empresas proveedoras de semillas e insumos, las industrias elaboradoras de alimentos, y las cadenas internacionales de distribución y supermercados ejercen un importante grado de influencia en los niveles y las variaciones de los precios en los diferentes mercados de alimentos. De esta manera, el mercado de alimentos semejaría un reloj de arena, donde la conexión entre el gran número de productores primarios y la enorme población de consumidores finales se realiza a través de estrechos túneles de intermediación, transformación y comercio, donde la competencia está lejos de ser libre. Las ABCD: Archer Daniels Midland (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, manejan la mayor parte del comercio mundial de cereales, comprando en grandes volúmenes a granel en origen. La actividad básica de las ABCD se centra en la comercialización internacional de granos y materias primas, dominando los mercados de exportación de numerosos países, sobre todo en América. Sin embargo, su ámbito de actividad presenta una integración vertical rápidamente creciente. Además de las actividades de comercio, transporte y almacenamiento de granos, participan en el aprovisionamiento de insumos agrícolas, como semillas, fertilizantes y agroquímicos; almacenan en instalaciones propias; transportan en sus propios ferrocarriles y barcos; producen alimentos para animales; son productores ganaderos y avícolas; son propietarias o arrendatarias de tierras; y son entidades financieras. Tienen ya una gran importancia en los mercados de biocombustibles, los cuales utilizan insumos de materias primas, en cuyos mercados estas empresas tienen fuerte incidencia, como en la soya, el maíz o el azúcar. Su proceso de integración vertical no se limita a mineralocorticoids las cadenas agroalimentarias; también incursionan en la elaboración de productos industriales; están participando crecientemente en la producción y comercialización de plásticos, tintes o almidones. Se ubican en el grupo de las grandes empresas a nivel mundial; pero son empresas tradicionalmente familiares (aunque ADB y Bunge cotizan en bolsa), no tienen marca que proteger y evitan el protagonismo. En las últimas décadas el sector agroalimentario ha experimentado profundas transformaciones, como la mayor integración vertical y el predominio de los supermercados, como Wal-Mart o Carrefour, sobre las cadenas de numerosos productos agroalimentarios; el surgimiento de empresas biotecnológicas proveedoras de insumos, como Monsanto, Syngenta o Ciba-Geigy; o las fusiones y adquisiciones entre las grandes procesadoras de alimentos. Sin embargo, en el comercio internacional de granos, dominado por las ABCD, los cambios han sido mínimos. Estas empresas, con más de un siglo de antigüedad (dentro de apenas tres años Bunge cumplirá 200 años de actividad ininterrumpida), son administradas por juntas directivas compuestas por miembros de una misma familia, unos pocos socios privados y algunos empleados, constituyendo un sector que ha cambiado muy poco desde el siglo xix. La de más reciente creación es ADM, que se fundó en 1902, aunque su operación mundial data de los años setenta del siglo xx, cuando eran cinco grandes empresas. Justamente, el otro cambio relevante en la casi inmovilidad de este universo, tecnológicamente muy dinámico pero de instituciones formales estáticas, fue la quiebra en 2002 de André, que tenía sede en Suiza.